“¿Quién programó esta mierda?” Entrevista a Hito Steyerl

18 septiembre, 2025

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Entrevista publicada originalmente en Spike Art Magazine en julio de este año.

Por Günseli Yalcinkaya. Traducción de Patricio Orellana.

Tal es la rápida evolución de la IA generativa que cualquier cosa sobre la que valga la pena escribir hoy queda obsoleta al día siguiente. Esto coloca al crítico cultural en una posición peculiar, adoptando tanto el papel de un antropólogo que rastrea los acontecimientos en tiempo real como el de un historiador que, dada la aceleración continua de las fuerzas tecnológicas, bien podría estar descifrando pinturas rupestres. Tal y como predijo la artista, escritora y cineasta Hito Steyerl, su nueva colección de ensayos, Medios calientes (Caja Negra, 2025), se convirtió en una «cápsula del tiempo para los historiadores del futuro» tras su publicación, o en una advertencia sobre la zombificación inminente derivada del conformismo estadístico. Al rastrear «la rápida proliferación de las tecnologías basadas en el aprendizaje automático y su impacto en la sociedad, el arte y los diferentes tipos de trabajo», Medios calientes predice la magnitud de la degradación de nuestros feeds, así como la guerra, la explotación laboral y el marketing de vigilancia asociados a las culturas basadas en datos. Estas tecnologías crean una distorsión de la realidad que, a su vez, repercute en la forma en que nos vemos a nosotros mismos, a los demás y al mundo que nos rodea.

Günseli Yalcinkaya: A lo largo de tu nuevo libro, la presencia del pensamiento mágico parece inevitable, ya sea por el torrente de mitologías publicitarias que rodean a la IA, procedentes de instituciones tecnológicas y mediáticas, o por la vibración de las propias tecnologías. Esto parece reflejar un momento más amplio de reencantamiento. ¿Fue intencionado?

Hito Steyerl: Creo que lo llamé re-enchatamiento en lugar de re-encantamiento porque sus agentes son los chatbots. El aprendizaje automático funciona por correlación, por analogía, de una manera más parecida a la alquimia que a la ciencia basada en la causa y el efecto. Así que, en ese sentido, hay una proximidad entre el pensamiento mágico y los elementos del aprendizaje automático. Pero esta vibración mágica es impulsada descaradamente por las grandes corporaciones solo para vender sus productos; no son mágicos en absoluto, sino más bien una mierda.

GY: Me recuerda a esa cita de Marshall McLuhan: «El misticismo es solo la ciencia del mañana soñada hoy». Pero lo que me resulta interesante es que, en su mayor parte, podríamos explicar cómo funcionan estas tecnologías si quisiéramos, pero preferimos seguir desconcertados. ¿Por qué crees que es así?

HS: Con el aprendizaje automático, ocurre algo en torno a lo que solíamos llamar racionalidad instrumental, una racionalidad empleada para obtener beneficios y dominación. Lo que estamos viendo ahora es una especie de irracionalidad instrumental, que puede ponerse en práctica para obtener beneficios y dominación. La irracionalidad no es nada nuevo, por supuesto. Pero ¿la irracionalidad automatizada? 

Hay una proximidad entre el pensamiento mágico y los elementos del aprendizaje automático. La diferencia es que esta "vibración mágica" es impulsada descaradamente por las grandes corporaciones solo para vender sus productos, no son mágicos en absoluto.

GY: En última instancia, todo el mundo tiene incentivos y motivaciones que contribuyen a la narrativización de ciertos sistemas de creencias por encima de otros. Lo he visto mucho con la ciencia cuántica, por ejemplo, con empresas que propagan desinformación sobre el multiverso o la teletransportación. ¿Es realmente tan diferente de un estafador de TikTok que intenta vender aceite cuántico? Quiero decir, lo que todos estos ejemplos tienen en común es el capital, pero todo parece muy renacentista.

HS: La alquimia era una especie de cruce, donde podía ser tanto magia como ciencia. En el Renacimiento, se separaron y la magia quedó atrás. En cambio, en nuestra época, lo que se ha quedado atrás es probablemente la ciencia, si nos fijamos en todos los ataques contra las universidades.

GY: Hablando de alquimia, ¿viste que los científicos del CERN [la Organización Europea para la Investigación Nuclear, en Ginebra] lograron convertir el plomo en oro?

HS: Pero en cantidades muy pequeñas y muy inestables, como si existieran durante microsegundos. Es como una microdosis de oro [ambas ríen]

GY: Uno de tus ensayos aborda cómo los usos artísticos de la IA distraen de las implicaciones militares de la tecnología y su papel en el auge del fascismo. ¿Crees que hay algún aspecto positivo en que los artistas se involucren con la IA genérica?

HS: Los artistas han utilizado con éxito los inodoros antes, ¿por qué no los grandes modelos de lenguaje? La pregunta es: en esta constelación industrial, ¿es posible convertir la IA en algo contrario a su propia lógica militar-industrial, o más bien a su lógica industrial de aprendizaje automático? Estamos en una fase temprana y las cosas avanzan muy rápido, por lo que la respuesta depende del marco temporal. En este momento, si se trata de un compromiso crítico que va en contra del bombo publicitario, la carrera armamentística y el tecnoautoritarismo, es una cosa. ¿Pero dentro de diez años? Solo Dios sabe lo que habrá pasado para entonces.

GY: Si la mayoría de las tecnologías modernas tienen su origen en el complejo militar-industrial, ¿es realmente posible utilizarlas sin implicarnos?

HS: Un tema importante que no estaba tan presente cuando terminé mi libro es el tecnofascismo y el papel que desempeñan en él tanto la IA analítica como la generativa. Hoy en día, Palantir está creando bases de datos de deportación con información extraída por agentes de DOGE. Las redes sociales de la Casa Blanca celebran la eliminación de los palestinos. La desinformación algoritmizada por IA facilita las declaraciones del estado de emergencia. ¿Es posible evitar implicarse? Hasta cierto punto, ya sea iniciando un nuevo Stack diferente o simplemente abandonando este espacio. Pero es muy difícil para cualquiera evitarlo por completo. Incluso comprar un panel solar implica implicarse. Es más, las diferentes infraestructuras que existen son incómodas, carecen de alcance y no proporcionan entretenimiento adictivo. Pero, como prototipos, existen.

GY: ¿Qué tipo de infraestructuras?

HS: El Fediverso, los datos comunes, los modelos públicos, la tecnología DIY y de código abierto, el solarpunk, todo eso. Pero la base de todo ello sería realmente una actitud diferente hacia la organización política. Si nos falta una infraestructura humana cooperativa, la tecnología por sí sola no puede resolver el problema. Eso siempre ha sido una ilusión.

Si nos falta una infraestructura humana cooperativa, la tecnología por sí sola no puede resolver el problema. Eso siempre ha sido una ilusión.

GY: Me gusta mucho algo que escribes, que a medida que la IA se vuelve más homogénea, el mundo que la rodea se vuelve más caótico. ¿Cómo ha evolucionado esto desde que reflexionaste por primera vez sobre esa afirmación?

HS: Lo puse por primera vez en una película en 2019, realizada exclusivamente con algoritmos de una de las primeras redes adversarias generales, excepto por una única escena documental, de una marcha fascista en Alemania. Mientras los nazis gritan «Fuera extranjeros», una voz en off dice: «Cuanto más intenta la IA predecirlo todo, más se descontrolan las cosas». En 2019, esto era solo una intuición, pero desde entonces se ha hecho evidente la relación entre el auge del fascismo y la IA.

GY: Hoy en día, con nuestras identidades integradas en estas redes neuronales, existe una distribución estadística del yo. ¿Cómo crees que esto está cambiando la forma en que nos percibimos a nosotros mismos y al mundo que nos rodea? ¿Hablamos un lenguaje máquina a las máquinas entrenadas con datos humanos?

HS: Parece un proceso de entrenamiento mutuo, pero en realidad los sistemas automatizados están entrenando a los humanos para que interactúen de una manera que les resulte útil. En cierto modo, los humanos están siendo entrenados para convertirse en personas impulsadas por Veo, como los memes de Google Veo 3, en los que aparecen personas generadas a partir de imágenes de archivo especulando sobre sus orígenes y descartando la teoría conspirativa de que en realidad se originan en prompts. La mayoría de las noches pienso: ¿Quién programó toda esta mierda?

Todos estos sistemas, estos modelos, también están cerrados en sí mismos. Quiero decir, esto es un multiverso que ya está ocurriendo. Cada LLM tiene su propio horizonte de sucesos; como en Agar.io, por ejemplo, estas burbujas intentan tragarse unas a otras hasta que solo queda una. Es bastante curioso, porque la idea del capitalismo era tener un mercado libre, lo que significa competencia.

GY: ¿Hay alguna forma de participar en estos sistemas conservando cierta soberanía digital?

HS: La cuestión es que, aunque intentes reducir tu huella digital, acabas estando correlacionado con los datos de tus compañeros. No obstante, existen protocolos de seguridad básicos. Estamos empezando a recopilar recursos y tutoriales para ello en carrier-bag.net, una plataforma que dirijo junto con el artista Francis Hunger en la Akademie der Bildenden Künste de Múnich. Solo un ejemplo: ¿es realmente una buena idea informar a OpenAI sobre tu salud mental? ¿Estás realmente seguro de que quieres hacerlo?

Vista de “Humanity Had the Bullet Go in Through One Ear and Out Trought the Other” de Hito Steyerl en MAK, Vienna, 2025

Aunque intentes reducir tu huella digital, acabas estando correlacionadx con los datos de tus compañerxs. No obstante, existen protocolos de seguridad básicos: ¿Es realmente una buena idea informar a OpenAI sobre tu salud mental? ¿Estás realmente seguro de que quieres hacerlo?

GY: Lo que inicialmente me entusiasmó de la IA, antes de su uso generalizado para la vigilancia y la guerra o similares, fueron sus cualidades pseudomágicas, la forma en que los sistemas conectan hilos de datos que son muy diferentes a cómo piensan los humanos y, por lo tanto, podrían ayudarnos a ver más allá de nuestra burbuja antropocénica. Creo que por eso también estoy cayendo en el agujero de conejo de la teoría cuántica, porque presenta una realidad alternativa, que, irónicamente, es más precisa que el actual modelo newtoniano.

HS: Para mí, la ciencia cuántica es mucho más inspiradora que el discurso en torno a la IA, porque, al fin y al cabo, esta última se basa en la optimización y las estadísticas. Huele a burocracia, a libros de contabilidad y a interminables tablas con datos de seguros. Así que, al final, es un poco aburrida, con muchos formularios. Pero la cuántica te lleva inmediatamente a cuestiones mucho más amplias y expansivas sobre la realidad, el entrelazamiento, la naturaleza del universo, etc. Es un horizonte muy diferente. Sin embargo, el Antropoceno podría acabar siendo un periodo bastante corto en la historia, porque los seres humanos están trabajando muy duro para superarse a sí mismos, dejando el control en manos de sistemas como el capitalismo o la IA.

GY: Esta fue la razón de mi propio desencanto: todo parece muy prometeico.

HS: Así es como se está optimizando la tecnología de aprendizaje automático por ahora, ¿verdad? No estoy segura de si realmente se podría haber llevado a otro lugar, pero creo que nadie lo ha intentado siquiera.

GY: ¿Qué opinas de la simetría entre la IA tecnoautoritaria y los estados de red tecnofeudalistas?

HS: Creo que el predecesor del estado de red es la zona libre de impuestos, la zona económica especial. Estas existen desde hace mucho tiempo, también dentro de los estados nacionales, para optimizar las condiciones para el capital.

GY: También escribes sobre cómo Gaza y Ucrania se han convertido en campos de pruebas para la guerra con IA. ¿Cómo crees que la IA está cambiando el desarrollo de las armas?

HS: Es bastante obvio que la IA está acelerando el desarrollo de armas, a lo grande, en Gaza y, antes de eso, en Ucrania y Turquía; pude ver sus efectos por mí misma en el Kurdistán del Sur, en lo que respecta al desarrollo de drones y los asesinatos selectivos de periodistas críticos. En Ucrania, los grandes fabricantes de armas occidentales están utilizando la guerra como una zona con poca regulación para la I+D y la extracción de conocimientos técnicos. La IA ha abaratado mucho la guerra: los drones son mucho menos costosos que los aviones de combate y se fabrican básicamente con las mismas herramientas que desarrollaron los estados de vigilancia en la década de 2010, como el reconocimiento visual automatizado. Los drones con cámara provienen en parte de mi mundo, el mundo del vídeo DIY, y se han reutilizado para el terror aéreo.

La IA está acelerando el desarrollo de armas, a lo grande, en Gaza. Los drones son mucho menos costosos que los aviones de combate y se fabrican básicamente con las mismas herramientas que desarrollaron los estados de vigilancia en la década de 2010, como el reconocimiento visual automatizado.

GY: El lenguaje que rodea a algunas de estas tecnologías es muy siniestro, como Lavender y Where’s Daddy, sistemas basados en inteligencia artificial que se utilizan para localizar y matar a palestinos.

HS: Creo que se ve el mismo enfoque en la estética de los memes de Trump. El nombre Where’s Daddy, un software que informaba al personal de las Fuerzas de Defensa de Israel cuando los presuntos operativos de bajo rango de Hamás llegaban a casa, con el fin de bombardearlos mientras estaban rodeados de sus familiares y vecinos, también muestra el deseo no solo de matar a los habitantes de Gaza, sino también de degradarlos, al igual que en la basura eliminacionista de Trump sobre Gaza basada en la inteligencia artificial. Ser grosero y cínico ya no se rechaza, sino que se celebra abiertamente.

GY: He estado pensando mucho en las conexiones entre el brainrot italiano, la tendencia viral de la IA y el futurismo: cómo Bombardino Crocodillo, uno de los personajes recurrentes del brainrot, hace referencias al bombardeo de Gaza y las implicaciones fascistas de todo ello.

HS: Bombardino Crocodillo fue presentado textualmente como alguien que bombardea a niños en Gaza y Palestina. Como otro ejemplo de la política fascista de los memes, Bombardino me recuerda mucho a la aeropittura, un estilo pictórico futurista que estetizaba los bombardeos aéreos en la guerra colonial de la Italia fascista. El artista Simon Denny acaba de dar una conferencia realmente estupenda en uno de nuestros congresos en Múnich sobre todo ese conjunto histórico y su relación con el militarismo de Silicon Valley.

Sin embargo, el brainrot en su conjunto sigue pareciéndose más al dadaísmo que al futurismo puro, en cuanto a la forma en que combina elementos incongruentes. Por otra parte, el dadaísmo nunca fue inequívoco. El gurú fascista Julius Evola fue primero futurista y luego dadaísta. Estos movimientos eran bastante heterogéneos, ¿no? Por otro lado, el poeta surrealista Koča Popović se convirtió en un importante general partisano yugoslavo, y muchos miembros de estos movimientos se alistaron como voluntarios en el bando republicano durante la Guerra Civil Española. Estos precedentes pueden parecer lejanos o irrelevantes; para mí, con mi cerebro pre-Internet, son la lente a través de la cual veo el brainrot.

GY: ¿Se puede considerar el brainrot como arte?

HS: Bueno, si podemos definir la banana de Maurizio Cattelan como arte, ¿por qué no? ¡La banana de Cattelan es puro brainrot italiano!

 


Still de Mechanical kurds, de Hito Steyerl, 13 min, 2025