BIENVENIDOS A LA NEURODUNGEON.  

ACELERACIONISMO MUSICAL Y DANZAS INHUMANAS EN EL CYBERFEUDALISMO

BIENVENIDOS A LA NEURODUNGEON. ACELERACIONISMO MUSICAL Y DANZAS INHUMANAS EN EL CYBERFEUDALISMO

En este entrevista a ¥€$Si Perse, interfaz hipersticional, artistas y djs, nos  adentramos en el fenómeno de las raves en entornos virtuales, la emergencia de otras subjetividades y en cómo ha afectado a sus proyectos la llegada del COVID-19. Al final, les proponemos la lectura del texto “Baila y muere”, de Benjamin Noys recogido en el libro Aceleracionismo, compilado por A. Avanessian M. Reis, que encontrarán para descarga directa.

Entrevista por Marta Echaves y Ezequiel Fanego

 

En primer lugar para quien no los conozca, queríamos preguntarles quién es ¥€$Si Perse y en qué consiste su proyecto Neurodungeon.

¥€$Si Perse es un traje de ficción —una interfaz hipersticional— que permite a sus usuarios entrar en narrativas alternativas. Actúa como punto de fuga de la realidad y como una forma de comunicación con ella.  Usamos la ficción no como una cuestión de “hacer creer” sino como una herramienta con la que forjar lo real para aproximarnos mejor a la experiencia histórica y contemporánea. Una huida ante la realidad impuesta, en favor de especulativos escenarios posibles e impulsos utópicos futuristas. Somos artistas hiperrealistas pero de dimensiones paralelas.

¥€$Si Perse es una para-persona que habita el reino avatar, sintetizada como resultado del interés colectivo en los conceptos cyborg/otherkin. Manifestándose, formal y performativamente, en un personaje RPG (Role Play Game) -a Radical Xenofaery-prisionera en la Neurodungeon de un escenario €conomístico Cybermedieval, donde elementos de Ciencia-Ficción colapsan con Fantasía de espada y brujería.

“NeuroDungeon” es un término que acuñamos y que empezamos a utilizar como etiqueta para definir lo que hacemos como ¥€$Si y al mismo tiempo construir puentes entre nosotrs y otrs artistas que parecen resonar con él. “NeuroDungeon” es un paraguas conceptual que engloba un movimiento artístico especulativo, un género musical ficticio, una tribu potencial, un club interdimensional, una corporación Sci-Fi Fantasy. Es una representación del estado emocional del cognitariado, el proletariado cognitivo, haciendo hincapié en los aspectos físicos, neurológicos y psicológicos de ls trabajadores involucrados en la economía de red, post-industrial y de producción inmaterial. Neurodungeon como escenario de la mazmorra mental en la que estamos encerrads y cuyos gatekeepers son los sistemas de producción tardocapitalistas, la precarización y el cyberfeudalismo.

NeuroDungeon se presenta en 2020 como un colectivo de música electrónica cuyo núcleo está formado por Kaverna, Bartolomé y ¥€$Si Perse, cuyo primer Quest es NeuroXcape, una rave-santuario virtual. Nuestro desafío ya no es sólo crear zonas temporalmente autónomas sino mentes -a largo plazo- autónomas fuera de matrix.

Sus proyectos ya venían apuntando hacia un tipo de trabajo experimental en torno a los espacios, los cuerpos y los encuentros, ¿En qué medida la llegada del confinamiento ha acelerado o transformado estas experiencias?

Nuestra práctica gira alrededor de la mutación de la performance artística institucional con variaciones meméticas que vienen desde formalizaciones performativas populares como los contextos de fiesta (usando el DJ Set como formato), Convenciones de Cosplay / Larp (Rol en vivo) y Comunidades Online. Llevamos trabajando / jugando con estos conceptos durante mucho tiempo y como nuestro medio es predominantemente virtual el siguiente paso lógico era lanzar una e-rave. Debido a la infraestructura y los medios económicos disponibles para nosotrs, simplemente parecía la forma más viable de montar algo. NeuroXcape fue concebida desde NeuroDungeon (Kaverna, Bartolomé y ¥€$Si Perse) antes del brote del virus COVID-19. Aún así, esta inusual situación de cuarentena sólo parecía proporcionar al proyecto de un nuevo sentido de urgencia y de un contexto adecuado, donde por una necesidad de aislamiento físico se empieza a hacer pop la idea de que lo virtual, considerado como un mundo de ficción paralelo y antagónico a lo “real” no es más que una extensión de la vida.

A nivel logístico todo se vuelve más horizontal en términos de jerarquía, no tener que lidiar con los dueños y promotores de los clubs es  asombroso. Además, tods en Neurodungeon pertenecemos a la clase obrera así que nuestros medios para acceder a los locales y algunos círculos específicos son bastante limitados. Esta situación de cuarentena parece destruir o al menos poner en modo pausa el status quo anterior así que, de alguna forma, por fin nos sentimos libres de hacer lo que queremos hacer según nuestras propias condiciones.

NeuroXcape se desarrolla en el entorno virtual de Club Cooee (una aplicación aún en fase beta, lo cual genera ciertas limitaciones, inestabilidad y glitches) y es streameada en Twitch. Por otro lado el url-festival de 15 horas de duración desarrollado en IMVU “Nu:Cenosis (an artificial biological community built upon a degraded ecosystem. unite as flesh and pixel)” es un proyecto colaborativo con otras fiestas virtuales como HurtFree Network (NY), UNSEELIE (NY), WWWF (Pittsburgh) y Trance Nation (L.A.). 

La gente se ha involucrado mucho creando y compartiendo sus avatares en la primera edición y ha seguido implicada tanto en la segunda edición como en el festival. Suponemos que gran parte de esa implicación vendrá por la necesidad de ocio, escape y socialización derivados de la situación de confinamiento global. Durante este tiempo hemos ido viendo como han aparecido una gran cantidad de propuestas autogestionadas de ocio virtuales y en streaming, también hemos visto como muchas instituciones culturales han intentado dar ese salto de manera muy problemática (debido a la precarización que supone). Por otro lado nuestros referentes vienen desde las primeras comunidades virtuales como Second Life, videojuegos / simuladores de vida, fantasía urbana, ciencia ficción, filosofía, arte, etc; pensamos que gran parte de la comunidad que se ha formado en torno a Neurodungeon comparte este imaginario con nosotrs y que debido a eso también hay una conexión e implicación más allá de lo contextual.

“NeuroXcape fue concebida desde NeuroDungeon (Kaverna, ¥€$Si Perse y Bartolomé) antes del brote del virus COVID-19. Aún así, esta inusual situación de cuarentena sólo parecía proporcionar al proyecto de un nuevo sentido de urgencia y de un contexto adecuado, donde por una necesidad de aislamiento físico se empieza a hacer pop la idea de que lo virtual, considerado como un mundo de ficción paralelo y antagónico a lo ‘real’ no es más que una extensión de la vida.”

¿Cómo describirían las interacciones en estos contextos? ¿Cómo se resignifica o se transforma la experiencia del DJ, de los cuerpos que bailan, de los cuerpos que se cruzan y se seducen en estos espacios?

Los videojuegos son máquinas de subjetivación. Cuando usamos un avatar en un juego, simulamos, adoptamos o probamos diferentes identidades. Los videojuegos, al igual que otros artefactos culturales, nos interpelan sobre la constitución del sujeto de una manera fantástica, hiperrealista o híbrida. Pero estas identidades dentro del juego nunca están totalmente separadas de las opciones proporcionadas por las construcciones culturales del contexto social en el que se desarrollan. Las virtualidades nos sacan de, pero también nos adoctrinan para asimilar estas configuraciones normativas. En su mayoría simulan las subjetividades normalizadas en el orden capitalista masculino cis-hetero-blanco.

Tanto en los metaversos sociales de IMVU como en Club Cooee, plataformas en las que Neurodungeon desarrolla e-raves, la elección de avatar está condicionada por el binarismo de género masculino-femenino. La vestimenta y complementos del avatar están también categorizados como masculinos o femeninos, siendo aparentemente no posible equipar al avatar con un elemento del género contrario. Estas identidades base requeridas por el sistema pueden ser subvertidas y “hackeadas” por ls jugadores escéptics, queer y disidentes. No solo ls jugadores a veces resisten los mensajes dominantes codificados en los videojuegos; sino que también pueden producir expresiones alternativas mediante, en el caso de la construcción de avatares, elementos agénero o pertenecientes a imaginarios posthumanos y trans-especie, criaturas fantásticas y mitológicas, Otherkin, Furries, Bronies, Cyborg, etc.

En estos entornos virtuales nuevas subjetividades emergen, se unen, y aparecen destellos de autonomía; sin embargo no hay duda de que el alcance de tales expresiones depende en gran medida del contenido programado por sus desarrolladores.

Las drogas como el  éxtasis y el speed emergen en un contexto concreto de nuevas interfaces humano/máquina con la escena de los 90 de baile y la música electrónica, ¿creen que la incorporación a la fiesta de esta otra tecnología traerá consigo el consumo de otras sustancias? ¿Cómo dirían que estados alterados de conciencia y la droga interactúa en este contexto?

Partimos de la idea de que internet  —el ciberespacio— funciona como una droga que induce una alucinación colectiva consensuada. Una multitud de cerebros creyendo la misma ficción de conectividad, presencia virtual y corporeidad digital. Las complejas redes e interconexiones de internet son al igual que las drogas psicoactivas, más allá de la mística, sustancias de comunicación. Como dice Sadie Plant, desafiando todas las distinciones entre orgánico y sintético, la información tanto nativa como alienígena trabaja en un sistema nervioso que siempre está predispuesto a recibirla. Su introducción puede perturbar el equilibrio de los cerebros humanos, pero modulando las velocidades e intensidades a las que trabaja en lugar de sus procesos químicos.

Si consideramos el cuerpo como proxy, la transmisión de datos a gran velocidad y la consecuente saturación de información puede ser una experiencia similar a la de un subidón químico inducido por drogas. Cuando te drogas, la información se precipita en tu cerebro y eso te hace sentir que estás teniendo una revelación. Pero nadie te está revelando nada. Es auto-organización. Disuelves las estructuras de tu cerebro (lingüísticas, intencionales…) pensando y asociando conceptos de maneras que antes no podías concebir.

Centrándonos en estas plataformas de escenarios virtuales y avatares, podríamos considerar las drogas en estos medios como plugins, extensiones y add-ons no oficiales. Complementos de código que hackean ciertos parámetros y limitaciones del juego/plataforma, alterando la percepción e interacción con el sistema. En un futuro donde la inmersión en la virtualidad no sea tan primitiva como la actual y las interfaces físicas respondan más a wetware / cirugía neuronal / nanotecnología y no a hardware mecánico tipo exoesqueleto (introducir cualquier referente retro de cyborg 90s) estos plugins, expansion-packs y parches ilegales serán indistinguibles de las drogas psicoactivas. 

“Durante este tiempo hemos ido viendo como han aparecido una gran cantidad de propuestas autogestionadas de ocio virtuales y en streaming, también hemos visto como muchas instituciones culturales han intentado dar ese salto de manera muy problemática (debido a la precarización que supone). Por otro lado nuestros referentes vienen desde las primeras comunidades virtuales como Second Life, videojuegos / simuladores de vida, fantasía urbana, ciencia ficción, filosofía, arte, etc; pensamos que gran parte de la comunidad que se ha formado en torno a Neurodungeon comparte este imaginario con nosotrs y que debido a eso también hay una conexión e implicación más allá de lo contextual.”

https://www.youtube.com/wathttps://www.youtube.com/watch?v=Mulqg1612AI&feature=youtu.be&t=3131ch?v=XHOmBV4js_E

Tenemos la sensación de que estos contextos virtuales de fiesta no pueden ser pensados desde la dicotomía bios/digital, o cuerpo/avatar, sino que abren un nuevo sensorium con otras potencias políticas. En estos términos, ¿qué posibilidades abren estas nuevas cartografías del ocio, placer y lo sensible? Más allá de una nostalgia por la fiesta pre-pandemia, ¿podemos encontrar una potencia política en estas experiencias para pensar los cuerpos y comunidades del futuro?

Hemos imaginado comunidades y tribus urbanas especulativas desde que empezamos a pilotar el bio-mecha de ¥€$Si y eventualmente ahora tods formamos parte de una de ellas, algo que llamamos “Cenobytes”, una concepción de la virtualidad atravesada por elementos hikikomoris y cenobíticos. Vivir en comunidad -online- desde la reclusión y el aislamiento físico. Vivir en una expansión de lo que consideramos sociedad/humanidad, no exenta de la proyección de todo lo autoritario de la misma: Un sueño-pesadilla de conectividad que, superando el utopismo y la pretendida trascendencia de sus orígenes, solo nos hace más conscientes de no poder escapar de la materia, ya sea esta carne o hardware. La tecnología ha colonizado tanto nuestros cuerpos como nuestras interacciones, con los demás y con el espacio; las redes sociales, su impacto y consecuencias son un ejemplo obvio. Una de las nociones residuales que creemos que se ha roto de manera temporal esta cuarentena global es el binomio realidad vs. virtualidad, en donde lo digital se ubicaba en el plano de lo ficticio y en una dimensión paralela de veracidad. Forzads a relacionarnos socialmente de manera casi exclusiva a través de redes online parece que el meme de la realidad está siendo puesto en cuarentena también. (Btw la noción de realidad virtual siempre nos ha parecido bastante obsoleta, ligada al marketing y a la dicotomía real-falso). Los debates sobre la validez del artificio de la experiencia han sido superados por el simulacro de una era digital que se preocupa poco por tales distinciones. Los paisajes virtuales no son ni verdaderos ni falsos, ni reales ni ficticios, sino que simplemente están ahí.

Estando ya en este flujo de “realidades aumentadas”, donde son válidas formas de relacionarse que hasta ahora eran consideradas patológicas y antisociales, aparece la necesidad de espacios propios alejados de plataformas -blackbox- sociales totalitarias como facebook (ig) que regulan el existir en red. Necesitamos espacios que nos permitan ser y expresarnos como queramos (sin censura a lo subalterno) y donde las relaciones no estén mediadas por el networking sino por la xenofamiliaridad. Aquí no podemos dejar de ver la contradicción aparente de querer escapar de estas plataformas y modos usando las mismas plataformas y estrategias. Estamos en una situación de intentar usar-diferente dichas plataformas que al final devendrá en la aparición de microredes sociales no corporativas autogestionadas y reguladas por ls propis usuaris. Una nueva virtualidad social fruto de las capacidades productivas y liberadoras de la multitud. Algo parecido a espacios okupas en red. Ahora mismo somos muchas jugando a esa ficción, pero aún estamos jugando en campo enemigo. Los gobiernos y sistemas hegemónicos siempre han tenido un problema con la gente que se congrega, siempre han temido a la horda y al desorden-reorden popular. Y una rave o e-rave es como un disturbio colectivo constructivo, son plataformas valiosas de conexión, organización e intercambio de información. Otros mundos son posibles dentro de estos universos virtuales potenciales. 


Descargá “Baila y muere”, de Benjamin Noys, incluido en Aceleracionismo, compilado por A. Avanessian M. Reis

¥€$Si PERSE (b.2015, Internet): PsyAvatar RPG economístico que lucha para producir paraísos artificiales y fantasías cybermedievales más allá de la #neurodungeon. Ha recibido el premio Art Jove 2019 a creación, ha sido artista residente en hangar.org (centro para la investigación y la producción artística en Barcelona) y ha actuado tanto en el marco institucional – Transmediale Festival HKW (Berlin), V2_ Lab for the Unstable Media (Rotterdam), MACBA (Barcelona), LaCapella (BCN), Naves Matadero (Madrid), IVAM (Valencia) – como en la escena club – Mordorkore (Berlin), Marabú (BCN), Valle Eléctrico (Madrid), Hardcore Wizards (BCN). Fundadoras de NeuroDungeon junto a Kaverna y Bartolomé, cuyas primeras acciones han sido las raves virtuales NeuroXcape (Club Cooee) y Nu:cenosis (IMVU).

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OBJETOS DE AUDIO NO IDENTIFICADOS 

OBJETOS DE AUDIO NO IDENTIFICADOS 

Introducción y selección por Marta Echaves

Las ficciones sónicas y fonoficciones generan un paisaje que se extiende hacia el espacio de posibilidad. Producen de esa manera la poderosa sensación de que el disco es un objeto que es lanzado desde otro mundo. En esta interfaz entre ficción sónica y track, entre concepto y música, la ficción no se opone a la realidad, ni la verdad a la mentira. 

La tapa, el reverso de la cubierta, la cubierta desplegable, el sobre interno del disco, la etiqueta, la tapa del CD, las notas de cubierta, el CD mismo: son todas superficies para conceptos, plataformas-texturas para fonoficciones. El concepto retroalimenta la sensación y actúa como una máquina de subjetividad, una maquina que puebla el mundo con alucinaciones aurales.

Un jardín para escuchar. En esta entrega, nos detenemos en una selección de fragmentos de Más brillante que el sol, de Kodwo Eshun, donde el autor analiza las cubiertas. Al final, encontrarán una entrevista al autor en formato descargable. Prepárense para un fugaz vistazo al futuro: Nos adentramos en las matrices del discontinuum de las futurritmaquinas. 

[Click en las imágenes para escuchar los discos]

EL CONTINUUM ELECTRIBAL < > EL PASADO LLEGA DESDE EL FUTURO

En la tapa de Sextant un joven y una joven norafricanos bailan en un desierto aplanado como una pista de aterrizaje. Una luna llena de cráteres se mece sobre ellos. Una cadena de cuentas gigante, sus dos hebras abriéndose como antenas metálicas después de atravesar un amuleto, flota detrás de un híbrido de pirámide y zigurat, una especie de torre de observación egipcio < > babilónica. Si das vuelta el álbum, aparece un alien africano envuelto en una túnica con sus dedos puntiagudos señalando en dirección a la cadena gigante. Detrás de él hay una máscara de Buda azulada y de ojos rosáceos, con un sol que estalla por detrás y nubes abultándose.


ECUACIÓN ANIQUILACIÓN

En el arte de Don Brautigam para la contratapa del álbum de James Brown de 1973 The Payback, “Mind Power” [El poder de la mente] es ilustrado con el perfil de un hombre tallado en una piedra gris de aspecto piramidal. Su córtex está dividido en secciones inscriptas con ecuaciones arquetípicas: e = mc2. La mente resplandece con la luz del poder intelectual, astralizada por la matemágica. Brown establece una analogía entre el surco del vinilo y el groove del funk. Al abstraer el material y la Tecnología Rítmica Aplicada en el mismo plano material, abre la conceptécnica del funk. Las revoluciones de “Mind Power” sobre los tocadiscos tensan los músculos de la mente. Cada revolución del groove del funk traza un nuevo surco en la mente, hasta que esta se vuelve superpoderosa. The jb entrenan al público en este nuevo sistema nervioso, hasta que nos convertimos en el guerrero espiritual de un ejército infundido de Poder Soul.


CAPTURA DEL TERCER OJO 

El arte de tapa en acuarela de Efram Wolff para Innervisions de Stevie Wonder muestra un rayo óptico ocre-marrón que sale disparado de su párpado cerrado, el haz vegetal de un reflector iluminando la estratósfera como una versión botánica de Cíclope de x-Men. Si la visión de planta de Wonder desencadena toda una eco-óptica del ojo de la mente, Funkadelic son los aromanautas de la percepción,  provocando atormentadas alucinaciones en la nariz de la mente.


 MUTACIONES UNIDAS DE AMÉRICA 

Funkadelic te recluta para la causa de tus miedos más oscuros echando mano de los impulsos tóxicos de la tecnología. “Maggot Brain” puede llegar a “matarte del susto”. El arte de tapa del álbum de 1972 America Eats Its Young muestra a una Estatua de la Libertad con colmillos ensangrentados alimentándose de bebés. En “Eulogy and Light” el tiempo corre hacia atrás en lo que Clinton llamaría más tarde backwashpsychosis [psicosis de reflujo], un viaje de terror hacia los Estados Alterados y Mutaciones Unidas de América.


CICLOS PLATEADOS DE LA POLIRRITMÁQUINA 

El groove surge cuando patrones rítmicos superpuestos se entrelazan, cuando los beats se sincronizan formando una malla que genera un efecto de autolocomoción, una sensación inexorable y sin esfuerzo que te remolca desde atrás hasta volverte funky como un tren. Meterse en el groove es acoplarse al polirritmotor, es adaptarse a un propulsor de ritmos ficcionalizado que te arrastra con su propio impulso. 

“[It’s Not the Express] It’s The jb’s Monaurail” de The jbs ficcionaliza esta sensación de malla sincronizada, cuando los espacios a ambos lados de la expectativa te encierran en burbujas de aire temporales. El arte de tapa de Fred Marcellino para el álbum de 1975 Hustle With Speed ilustra el Monoaurriel, una vía férrea interestelar de un solo riel que serpentea entre satélites con un tren bala plateado deslizándose en su órbita funicular. El Monoaurriel es el Ritmotor visualizado como la única vía [track] por la que se desplaza el tren. Groove = Polirritmopropulsor = Ritmotor, no personificados, sino maquinizados como unidad de tren y vía, en una autolocomoción stratusphunk < > funkular. Para Kraftwerk, “los trenes son ellos mismos instrumentos musicales. Solíamos viajar de noche atravesando paisajes.”


MUTACIONES MARINAS EN EL ATLÁNTICO NEGRO 

Cada ep de Drexciya navega por las profundidades del Atlántico Negro, recorriendo los mundos subacuáticos habitados por drexciyanos, lardossanos, hombres pez Darthouven y hombres branquiados mutantes. En las notas a The Quest, su cd conceptual doble de 1997, se revela que los drexciyanos son una especie marina que desciende de “esclavas africanas embarazadas enviadas a América” que “fueron arrojadas por la borda de a miles en pleno trabajo de parto porque se habían vuelto un cargamento engorroso. ¿Podrían los humanos haber respirado bajo el agua? El feto en el útero materno evidentemente vive en un medioambiente acuático. ¿Podrían haber dado a luz en el mar a bebés que nunca necesitaron del aire? Experimentos recientes han mostrado que los ratones son capaces de respirar oxígeno líquido, y un neonato humano prematuro se ha salvado de una muerte segura al respirar oxígeno líquido mediante sus pulmones incipientes. Estos hechos, com- binados con los relatos de avistamientos de hombres branquiados y monstruos anfibios en los pantanos del sudeste de los Estados Unidos, hacen sorprendentemente factible la teoría del tráfico de esclavos”.


EL CÍBORG EN LA RED DE FUERZAS

Al adoptar el nombre Model 500, Juan Atkins afirma ese estado maquinal que solía ser llamado deshumanización. La foto de Günther Fröhling que ilustra la tapa de The Man Machine, de 1978, muestra un conjunto de máquinas célibes posando como coristas. El interior de la cubierta muestra a los integrantes de Kraftwerk vestidos de camisa roja y corbata negra, el pelo teñido de negro, delineador también negro y lápiz labial rojo sobre sus bocas minúsculas y selladas. Con el brazo derecho descansando sobre la cintura y mirando todos hacia la derecha, posan sobre una escalera de metal con la baranda pintada de rojo. Son pretendientes sin novias.


DESAPARECE CON LOS OJOS CERRADOS

Lejos de implorar superar los controles de pasaporte de la prensa musical mainstream estadounidense, el techno se aferra a la posibilidad de sustraerse de lo visible. Escuchar a Underground Resistance es someterse a un procedimiento que elimina tu visión y te sumerge en el sol de medianoche. Nada para ver, tanto para sentir. La visión nocturna despierta nuevos sentidos. Allí donde “Welcome to the Terrordome” se volvía una audiobomba, el doble ep de Suburban Knight Dark Energy se vuelve un ataque sónico. El comunicado impreso en la etiqueta anuncia “seis olas de energía oscura” que “sumirán la Tierra en el sol ultravioleta de medianoche”. El arte de tapa del visualista Frankie C. Fultz muestra un África atómica irradiando un campo rojo de energía oscura. El logo de ur es islamo-atómico: descansa sobre una pirámide con el símbolo de la energía atómica en su vértice iluminado y una luna creciente islámica a su izquierda.


FICCIONES DE ETIQUETA

La ficción impresa en la etiqueta del ep Undetectible de Scan 7 extiende por lo tanto estas estrategias de furtividad a una operación secreta de terrorismo digital. Los Programadores usan una Estación Emisora Central para transmitir al mundo su “rayo de control mental”. La Estación Emisora Central emplea una unidad de procesamiento central y poderosos chips.

 Trackmaster Lou de los aliados de Underground Resistance Scan 7 tiene dos tareas: infiltrar la eec para impedir que el rayo siga trans mitiéndose y luego reemplazar el chip por uno de ur. Este “nuevo chip de cpu llamado ‘Electro-3132030ur033’” ha sido desarrollado en Detroit por ingenieros de Metroplex.


KONCEPTOS INTRAPLANETARIOS

Ra usa la electrónica para generar una cosmología panteísta. La electrónica amplifica el antiguo sistema pitagórico en el que el cosmos es una correspondencia de armonía y número. “Astro Black”, de 1973, está ensamblado a partir de inputs transcrónicos: Egipto, Nubia, Europa. 

El genealogista de las máquinas Lewis Mumford presiona la tecla control sobre el archivo de ensamblaje: “Solo una cosa se necesitaba para reunir y polarizar todos los nuevos componentes de la megamáquina: el nacimiento del Dios Sol. Y en el siglo xvi, con Kepler, Tycho Brahe y Copérnico oficiando de parteras, iba a nacer este nuevo dios”. En la tapa del álbum de 1965 The Heliocentric Worlds of Sun Ra, Volume 2, al lado de Copérnico, Galileo, Tycho Brahe y Kepler, figura una ilustración de Ra. Viajando hacia atrás en el tiempo e insertándose a sí mismo en el siglo xvi, Ra convierte el heliocentrismo copernicano en adoración del sol. La astronomía del Renacimiento se vuelve una rama floreciente del culto egipcio al sol. Los sistemas de mitos egipcios abducen el universo cristiano. Su cosmología está ahora al servicio de Ra y sus fine




Descargá la entrevista a Kowdo Eshun incluida en Más brillante que el sol (Caja Negra, 2018)

KOWDO ESHUN. De ascendencia ghanesa, nació en Inglaterra en 1967. Estudió literatura inglesa en Oxford y actualmente trabaja como escritor y DJ.  Además es profesor en la Universidad de Londres como parte del Departamento de Culturas Visuales y ha colaborado con varias revistas como i-DThe GuardianSpinFrieze y The Wire. En 2002 fundó junto con Anjalika Sagar, The Otolith Group, un colectivo que trabaja proyectos que incluyen obras en video y films, escritos de artistas, exhibiciones y curadurías, con el objetivo de crear una práctica integrada que apunte a generar una “nueva cultura de cine”.

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CORRESPONDENCIA ENTRE JARDINES  #QueridaCajaNegra 

CORRESPONDENCIA ENTRE JARDINES  #QueridaCajaNegra 

Prospect Cottage and Garden. Derek Jarman en su jardín | Art Fund © Howard Sooley

 

Javier Pérez Iglesias fue uno de nuestros aliados lectores en el encuentro en torno a Naturaleza Moderna de Derek Jarman que celebramos en Madrid el diciembre pasado, dentro de la exposición Like sparks through the stubble, curada por Jesús Alcaide. En esa actividad, leímos fragmentos de sus diarios y regalamos semillas a los asistentes para que, entre todxs, aunque cada unx desde su casa (casi previendo algo de lo que se nos venía encima) hiciéramos juntxs un jardín en homenaje a Jarman y su Prospect Cottage. Ahí estaría el jardín, en el balcón de cada unx de quienes pasaron esa tarde leyendo. 

A raíz de esta primera invocación, surgió la idea de enviarnos cartas contando nuestras experiencias con el libro y con los jardines. La primera que recibimos es esta, de Javier, bibliotecario de la Facultad de Bellas Artes. Javier es un amigo que trabaja rodeado de libros y cultiva un jardín. En esta carta de amor, él vincula esos dos espacios que lo rodean y crecen a su alrededor. Si un jardín es una apuesta a futuro que hay que trabajar en el presente, bibliotecas y espacios verdes tienen más similitudes que diferencias. 

Acompañamos esta carta con las entradas al diario Naturaleza Moderna correspondientes a mayo de 1990, hace exactos treinta años.


Descargá el fragmento “Mayo de 1990”

Incluido en Naturaleza moderna, de Derek Jarman

 

Querida Caja Negra, 

Es raro escribir cartas a una editorial pero estamos en tiempos de escribir a familiares lejanos y a amigos con los que no hablábamos desde hacía mucho. Al fin y al cabo, Caja Negra, eres una compañía constante en mi vida y, en estos últimos tiempos, has sido anfitriona de muchas de mis mejores conversaciones lectoras. Además, me encanta escribir a una editorial que ha tenido la idea de crear “jardines virtuales” para habitar esta pandemia que nos ha enclaustrado —cada casa, una caja cerrada— en nuestras vidas, con nuestros miedos y nuestras incertidumbres y nuestros placeres, también. 

Es una maravilla que tú, editorial, y yo, bibliotecaria, coincidamos en el jardín. “Tú editorial, yo bibliotecaria”. Eso ya sería el título de una canción de amor. Es más: las dos somos muy de reírnos del amor romántico y, al mismo tiempo, muy enamoradizas. ¡No sin nuestras contradicciones! 

Llevo un tiempo largo dando vueltas a la idea de jardín como una forma de repensar las bibliotecas. Esto viene de una entrevista que le escuché a mi amiga Michèle Petit en la que hablaba de ese paralelismo, entre jardín y biblioteca, a partir de una conversación entre ella y nuestro común amigo Daniel Goldin. 

El jardín es un lugar al que acudimos sin esperar algo práctico o utilitario de esa visita. Vamos a los jardines, o los cuidamos, por el placer del aire libre, de ver plantas, de escuchar a los pájaros, de abrazarnos bajo un árbol o de abrazar al árbol. ¿Por qué no pueden ser las bibliotecas lugares así? Vale, damos información (que es una cosa muy útil), servimos como instrumentos para la autoformación o para apoyar a la educación reglada: somos una puerta de acceso al conocimiento. Eso lo asumimos y nuestra formación y nuestra tradición nos preparan para ello. Pero, además, por qué no podemos ofrecer espacios de placer, lugares para concentrarse en lo que cada una quiera, sin imposiciones, sin formalismos. ¿Por qué no vamos a poder? 

También veo en la idea de jardín otras cuestiones que relaciono con las bibliotecas. El jardín nos obliga a pensar en los cuidados y en el futuro. Lo que plantamos hoy solo se verá, tal como lo imaginamos, cuando crezca. Un paseo con sombra, un parterre con determinadas plantas, que combinan colores y olores, solo serán lo que imaginamos cuando hayan pasado meses o años y requerirán nuestra dedicación. Con las bibliotecas también ocurre eso, debemos proyectar hacia el futuro y ese futuro tiene que ver con lo que ya estamos haciendo. Además, un jardín significa escuchar, atender a lo que nos dice la naturaleza. Al menos los jardines que me gustan. En las bibliotecas pasa exactamente lo mismo: sin una escucha atenta a lo que quieren nuestros públicos, no hay forma de dar un servicio coherente. En el jardín, como algunas pensamos que debe ocurrir con las bibliotecas, se disuelve esa falsa dicotomía entre naturaleza y cultura o entre utilidad y placer. 

Aquí es donde cobra tanto sentido ese libro que tú, Caja Negra, nos has regalado en una traducción maravillosa: Naturaleza moderna, los diarios de Derek Jarman. Derek Jarman escribió esos diarios (de los años 1989 y 1990) en plena crisis del sida. Él, que ya era muy conocido como artista y cineasta, había hecho pública su condición de enfermo y de marica. Eso le convierte en un militante, en un activista que se opone a las políticas necrófilas y a las declaraciones de odio del gobierno, de ciertos partidos y de la prensa. Coincide además con que se empiezan a manifestar los síntomas de la enfermedad y entra y sale del hospital y se siente débil, desprotegido y cercano a la muerte. 

Naturaleza moderna mezcla todo ese mundo con el afán de Jarman por crear un jardín, una alegría, en un entorno que se podría describir como desolado. Una costa agitada por las olas y quemada por el salitre. Vientos violentos y pocas precipitaciones. Solo prosperan plantas bajas o las que, pudiendo haber crecido más, se adaptan pegadas al suelo. Para completar el panorama al fondo hay una central nuclear. Es difícil no ver Prospect Cottage, el jardín, como una metáfora de esa vida de creatividad, de lucha, azotada por la enfermedad y las políticas miserables de destrucción. Y de ahí, de su vida y del jardín, ambos en condiciones extremas, Jarman es capaz de sacar belleza.

2 de marzo

Naturaleza moderna nos propone un jardín que no intenta domar a la naturaleza y ordenarla. Pero tampoco imita a una naturaleza idealizada que se admira, que se pretende pura. La modernidad de Jarman, y de esa naturaleza que nos propone, reside en la escucha, en intentar aliarse con esa tierra, esos vientos y esas condiciones ambientales dadas para averiguar lo que pueden ayudar a generar. Lo que ofrecen. La ofrenda de la tierra. La belleza, no tan obvia, de lo que está ya ahí. Ese deseo de belleza, de resistencia y de escucha que Jarman coloca en el jardín yo lo comparto con las bibliotecas. Así ha nacido otro proyecto que hemos bautizado, con mi socio Javi Álvarez, #jardinismos. Si “japonismos” designa las influencias del arte japonés en otras culturas, con “jardinismos” queremos significar todo lo que los jardines nos ayudan a crear para explicarnos el mundo. 

Javi y yo, “Javis Jardines”, tuvimos la idea de este proyecto justo al comienzo de la cuarentena. Aunque nuestras casas estén frente a frente, y podamos vernos desde los balcones, y a pesar de ser ambos muy de hacer barra en los bares, hemos tenido que recurrir a lo epistolar para comunicarnos. Nos hemos metido juntos en jardines que no sabemos a dónde nos van a llevar así que no está mal poner por escrito las cosas que queremos contarnos. De lo que nos contemos entre nosotros va a salir lo que le contemos a la gente. 

Escribir cartas es tomarse tiempo y si algo podemos encontrar estos días (siempre que sepamos protegernos de las urgencias que nos acosan, es verdad) es eso: tiempo para pararnos a pensar, a ordenar ideas, a escribirlas, a compartirlas y a mezclarlas. 

De momento sabemos que queremos que del proyecto nazca una pieza en la que convivirán libros (físicos, en papel) y músicas (también con soportes tangibles como el vinilo o la cassette) junto con nosotros dos (y seguramente otros objetos y seres vivos) en la que hablaremos a, ante, bajo, con, contra, de, desde, entre, hacia, hasta, para, por, según, sobre, tras los jardines. Lo hemos explicado en el Blog de la Biblioteca de la Facultad de Bellas Artes de la UCM y esa va a ser nuestra plataforma para, durante el periodo de confinamiento, ir publicando reseñas de libros y músicas que estarán presentes en la pieza.

Caja Negra querida, editorial de mi corazón, estamos entrando en un paisaje en el que hay mucho poliamor entre usted y yo y un activista musical y una biblioteca y un blog y lo que te rondaré morena. 

Con las mismas me despido. Espero que sea un hasta pronto y te deseo muchas buenas lecturas, aventuras sonoras y los más bellos jardines, 

                                                                                                                            Javier Pérez Iglesias

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Imágenes del jardín de Javier Pérez Iglesias.

Foto: Isabel Permuy

JAVIER PÉREZ IGLESIAS (1961) se define como “activista bibliotecario” porque piensa que las bibliotecas son unas herramientas colaborativas para la experimentación cultural y la transformación social. Ha trabajado en el mundo de la edición, en la cooperación universitaria y científica para el desarrollo en África y América Latina y en bibliotecas académicas dando apoyo al aprendizaje y a la investigación. Ha sido editor de dos publicaciones, Palabras por la Biblioteca (2004)  y Palabras por la Lectura (2007), que recogieron testimonios de editoras, libreras, bibliotecarias y escritoras sobre qué pueden significar la lectura y las bibliotecas en estos tiempos cambiantes. Una de sus áreas de investigación ha sido el papel social de las bibliotecas y su relación con las minorías dentro de la comunidad (“Nosotras red(volucionarias): como tejer una Red que haga las bibliotecas menos excluyentes”). Pero hay un momento definitivo para el giro que ha tomado su práctica bibliotecaria y tiene que ver con el encuentro y la contaminación con prácticas artísticas. Desde 2013 programa, escribe, lee, crea, investiga y ayuda a expandir lecturas desde la Biblioteca de la Facultad de Bellas Artes de la UCM. Allí trabaja con publicaciones bastardas o raritas, crea conferencias performativas y anima discusiones. En 2017 creó junto a Alejandro Simón la editorial Desiderata que está especializada en historia del arte con MAYÚSCULAS; en las prácticas (de riesgo) en bibliotecas y archivos; en las escénicas (y sus nomenclaturas); en la investigación artística y el interiorismo (como manifestación de esa artista que todas llevamos dentro). Quizá lo mejor sea ver su primera publicación, Desiderata, para hacerse una idea de todo esto. Actualmente, está aprovechando el confinamiento para desarrollar un proyecto de escucha y diálogo con el artista sonoro Javi Álvarez que se llama #Jardinismos..

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