LA MAGIA CHANERA. PARTE 2: CATEDRAL VERDE, PASTILLAS ROJAS, GEEKS MASCULINOS BLANCOS

Por Núria Gómez Gabriel

29 noviembre, 2021

Compartir

El Templo de la Juventud Psíquika puede ser un recordatorio constante al que hacer referencia y comparar con las acciones de trabajo del Individuo. De la misma manera que un católico podría referirse a un lugar de adoración en el que la culpa está alojada en la mente del Individuo, así también una Juventud Psíquika debería ser capaz de volver a referirse al lugar en el que la libertad de la absoluta ausencia de culpa está alojada en la mente.

TOPY, LA BIBLIA PSÍQUIKA (p.554)

 

(Aún más allá) Para conocer a los ángeles. La metafísica de los sigilos /pol/

Genesis P-Orridge usó el arte como un medio de influencia. Su aproximación a la Magia(k) como medio de expropiación simbólica de las creencias y de los espacios de lo sagrado, rechazó los dogmas de la moral política del momento y generó una inter*zona de libertad donde la mística y lo sagrado no pertenecían a ningún poder. Sumergido en su tiempo presente, P-Orridge actuó mediante la creación de sigilos como agentes, fórmulas mágicas que darían lugar al espacio ritual donde habita la conciencia y que situarían al artista como “arquitectx de su propio universo: magx que conjura y adapta los elementos a su voluntad” (506).  Aunque parezcan simples collages, los sigilos que circularon en Eel Templo de la Juventud Psíquika explorarían los estados no ordinarios de consciencia como integración de la intención en una “realidad más amplia”, a través de una “agencia mediada”, y con la voluntad literal de “afectar lo real”. Es decir, que, la comunidad que generó P-Orridge dejó de lado el lenguaje de la “representación y el desafío” para adoptar el de la “invocación y el cambio”, porque su intención no era modificar la manera en la que vemos el mundo, sino más bien “cambiar el mundo en el que vemos”.

Leídos hoy, los sigilos de Genesis nos acercan al documento de su cosmovisión posmoderna que hackearía la supuesta neutralidad de los sistemas y epistemologías del poder ideológico mediante el rechazo de sus narrativas y los medios encargados de su difusión mediática. Pero releídos hoy, sus sigilos también nos interpelan acerca de cuáles pueden ser las formas de un Realismo Místico (Manuela Buriel) que pueda hacer frente al cambio de paradigma mundial que atravesamos en el que la idea posmoderna de que toda realidad consensual está travesada por una ficción ha llevado a la administración Trump a decir que no existen los hechos y que ellos tratan con “hechos alternativos”. En el momento que aceptamos que no hay una forma de describir unos hechos reales, dejamos la verdad consensuada en manos de luchas de poder narrativas, y la lucha de poder mediante narrativas siempre la va a ganar quien tiene más medios para emitir su narración.

Un sigilo nace a la realidad. Y, los sigilos de la Magia Chanera, mutaciones globales de la imagen viral de la derecha bullshitter constituyen, igual que lo hacían los sigilos de la Magia(k) de Eel Templo de la Juventud Psíquika, un “desafío directo a nuestra comprensión del mundo y a los modelos normativos de causalidad, significado y creatividad” (pp.497-48). Pero si Genesis P-Orridge se encontró con el poder las creencias al llegar al límite de su práctica artística occultural, los geeks masculinos blancos de la Magia Chanera encontraron la fe neorreaccionara al trascender el límite de la corrección política en el foro /pol/ de la plataforma 4chan.

La metafísica de los sigilos /pol/, lugar en el que habita el orden de la consciencia neorreaccionaria, ofrece una visión de la parálisis de la imaginación actual en la que todo presente es experimentado como un orden precario y toda idea de futuro se conjuga en pasado. El templo de la Magia Chanera encontró una respuesta al futuro amenazador de los jóvenes “varones” blancos cisgénero que quieren retornar a su pasado dorado, y 4chan creó el medio de transmisión para su marco conceptual. Mediante sigilos y argumentos anti-establishment propios del rol de las izquierdas, emergieron las acciones colectivas gramatizadas y sus políticas de ‘mierda’: creencias acerca de la existencia de una “verdad más amplia” en las que la derecha y sus deidades funcionan como alternativa al orden mundial.

Según TOPY, “el sigilo debe esperar su oportunidad para actuar, influenciando y evaluando los patrones de la fisicalidad hasta el momento en que su intención codificada pueda llevarse a su cumplimiento. Es una semilla plantada en la incertidumbre del tiempo futuro. Espera tan solo las condiciones de su germinación” (p.512). Y, si la lucha por la democracia hoy consiste en generar imágenes de futuro que nos ayuden a proyectar utopías realistas, la derecha populista de los bullshitters se propone salvarnos de la distopía con su propia distopía. Lo vemos en la emergencia de narrativas patrióticas propias del orgullo supremacista blanco, que dieron lugar a geografías imaginarias como, por ejemplo, la del “pueblo dispar y desposeído” de Kekistan. El culto de Kek, también conocido como la Iglesia de Kek, es una religión satírica basada en la adoración de la deidad egipcia antigua Kek, un Dios andrógino de la oscuridad y el caos que se representa a menudo como un hombre-rana. En la Iglesia verde de 4chan, el personaje Pepe the Frog se consideraría un avatar moderno de la deidad, que utilizaría la magia del meme egipcio antiguo para influir en el mundo y generar la verdad consensuada del régimen oscurantista de la fakepolitica.

 

La bandera de la nación imaginaria de Kekistan se vio capitaneada por los partidarios de su fakenación: supremacistas blancos que creen que solo existe un Dios (Kek) y Pepe es su profeta. Fotografía de Evelyn Hockstein en la crónica visual de los hechos provocados por la Insurrección del Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2021. The Washington Post / Getty Images

 

Aunque parezcan simples collages, los sigilos que circularon en Eel Templo de la Juventud Psíquika explorarían los estados no ordinarios de consciencia como integración de la intención en una “realidad más amplia”, a través de una “agencia mediada”, y con la voluntad literal de “afectar lo real”. Es decir, que, la comunidad que generó P-Orridge dejó de lado el lenguaje de la “representación y el desafío” para adoptar el de la “invocación y el cambio”, porque su intención no era modificar la manera en la que vemos el mundo, sino más bien “cambiar el mundo en el que vemos”.

Sad Frog, Smug Frog, Feels Frog, “You will never …”. El Levantamiento Beta como expresión simbólica de una vivencia psíquica determinada (odio, rabia y frustración)

Kekistan es el país de la joven cultura neet (not in education, employment or training). Pero para comprender la génesis de su partido fakepolítico resulta interesante recordar que el primer hechizo que la Magia Chanera conjuró fue proteger de la humillación en público, mediante el anonimato, a Hiroyuki Nishimura, creador de 2channel, al expresar sus sentimientos de forma abierta en la plataforma digital. Y, aunque es importante no perder de vista que los tableros Chan son plataformas destinadas al libreintercambio de información entre personas con intereses comunes –Zonas Temporalmente Autónomas, por decirlo en palabras de Hakim Bey–; debido a la seguridad del anonimato y a su “moderación flexible”, se han transformado en el lugar perfecto para una suerte de terapia colectiva de la extrema derecha y para el caldo de cultivo del comportamiento de intimidación propio de los ruidosos y enojados trolls.

A pesar de los muchos contextos y de las múltiples variables que entran en juego en el auge de las políticas de extrema derecha, hay una constante sociológica principal: son fuerzas apoyadas y votadas por personas socializadas como varones blancos cisgénero de edades sorprendentemente jóvenes. Algo que también se refleja en los foros de 4chan en los que, según los estudios demográficos que publica la misma empresa, un 70% de sus usuarios son “hombres de entre 18 y 34 años de edad”. Pero si miramos más de cerca, veremos que la proliferación de la visceralidad política en las redes corresponde a las expectativas vitales frustradas de la generación millennial que vio truncada su entrada al mercado laboral, o que se vio sumergida en el pozo de la precariedad psíquica y material provocada por el desempleo, el fallido derecho a la vivienda, la desaparición del trabajo industrial y la aceleración de un mercado laboral basura sometido a grandes crisis económicas que han desposeído a la población.

Las expresiones de odio por parte del usuario más común de /pol/ son el racismo, el supremacismo blanco y la homofobia. Manifestaciones ideológicas de una subcultura digital hacia una “élite cultural” que se ha centrado en denunciar la situación de vulnerabilidad de las “minorías” raciales y sexuales desde los medios de comunicación y con numerosas acciones de protesta como el fenómeno Occupy Wall Street en los Estados Unidos, las primaveras árabes o el 15-M en España, pero que en ningún caso ha atendido la crisis existencial ni la realidad sociocultural del colectivo de “varones” neet. Una realidad ahogada por el desempleo, en la que que los jóvenes viven en casa de sus padres, disponen de conexión a internet y no establecen casi ningún contacto con personas socializadas como mujeres. Digamos que su autodeterminación como como sujetos “perdedores” les atribuye una masculinidad “beta” que, según ellos, les desplazaría más allá de los límites de la sociedad.

Desde los márgenes de esta masculinidad “beta”, la derecha alternativa “oscurece las diferencias de poder al poner la ascendencia blanca o europea al mismo nivel que las identidades minoritarias mediante equivalencias falsas” (Zeynep Gambetti). Así es que, en 2008, se cocinaría, en el tablero /r9k/ de 4chan, el conocido Levantamiento Beta. /r9k/ posibilitó una suerte de sintaxis terapéutica mediante las green text stories [historias de texto verde]. Narrativas en las que se celebra el celibato, se comparten anécdotas acerca de la incomodidad por no encajar en las “normas sociales” de una masculinidad tradicional, y se accionan sentimientos de ira y desprecio hacia los “chad”: personas socializadas como varones con una vida social y sexualmente activa, equivalente a lo que conocemos como un “macho alfa” o un hombre de verdad.

Asimismo, en las expresiones de odio de las facciones “beta” es común el uso reiterado de términos como “feminazi” , que promueven la idea de que el colectivo feminista son “mujeres autoritarias, enojadas y que odian a los hombres”. Algo que instigó Donald Trump en octubre de 2016 cuando etiquetó a Hillary Clinton de “nasty woman” [mujer desagradable]. Para tergiversar la realidad y difundir la idea de que la ira, la irracionalidad, el odio de los hombres y el feminismo están vinculados, el levantamiento “beta” selecciona imágenes de mujeres feministas discutiendo con sus opositores para crear sus memes oscurantistas. Sus narrativas de mierda parten del deseo profundo de acabar con la credibilidad del feminismo en su conjunto, y, por esto, actúan como una estrategia de manipulación y propaganda en la ciberguerra ideológica actual.

En conclusión, diríamos que si al universo que ofrece el anonimato y la moderación flexible de la Magia Chanera, le sumamos la reacción frente a los avances del feminismo y su calado en el sentido común, la ansiedad propia de la generación millennial, y le añadimos la frustración de los jóvenes varones cisgénero ante la imposibilidad que puedan cumplir con éxito el papel de padres proveedores y protectores de sus familias que les asigna la masculinidad tradicional, obtenemos como resultado miedo, frustración y rabia: los sentimientos que la derecha neorreaccionaria ha venido a politizar.

Hilo discursivo “La rebelión Beta ha empezado” publicado en el foro /r9k/ de 4chan en 2015, en el que se afirma el comienzo de un “Levantamiento Beta” nacional: una revolución en la que los hombres beta que han sido ninguneados por las mujeres finalmente darán su venganza. “It Was My Privilege” es una expresión sarcástica utilizada como remate en las green text stories [historias de texto verde] en las que la cortesía caballeresca se malinterpreta como patrocinio masculino, burlándose así del “patriarcado” como orden social denunciado por el colectivo feminista.

“It Was My Privilege” es una expresión sarcástica utilizada como remate en las green text stories [historias de texto]  verde en las que la cortesía caballeresca se malinterpreta como patrocinio masculino, burlándose así del  “patriarcado” como orden social denunciado por el colectivo feminista.

 

Hillary Clinton; “I’m With Lucifher” (Pizzagate Meme), Reddit/The_Donald, 2016 – Chanty Binx (aka Big Red) ; The Assumption I Hate Men Is Correct.” Know Your Meme, 2014 

 

 

Si miramos más de cerca, veremos que la proliferación de la visceralidad política en las redes corresponde a las expectativas vitales frustradas de la generación millennial que vio truncada su entrada al mercado laboral, o que se vio sumergida en el pozo de la precariedad psíquica y material provocada por el desempleo, el fallido derecho a la vivienda, la desaparición del trabajo industrial y la aceleración de un mercado laboral basura sometido a grandes crisis económicas que han desposeído a la población.

Catedral verde, pastillas rojas, geeks masculinos blancos. La narrativa hechicera del gran reemplazo

Los neorreaccionarios, hijos de la “iluminación oscura” –según Nick Land–, creen que la tecnología y el capitalismo han hecho avanzar a la humanidad a lo largo de los últimos siglos pero que la democracia, sin embargo, es el sistema opuesto a los caminos de la libertad. El filósofo y bloguero neorreaccionario Curtis Guy Yarvin (aka Mencius Moldbug), quién anhela volver a los días previos a la Revolución Francesa, a los roles de género, el orden social y la monarquía rancia y demodé; fue uno de los primeros en capitanear la guerra de internet contra la izquierda cultural con la publicación de su hipótesis acerca de “La Catedral”.

La Catedral es, según Moldbug, una metainstitución. O, lo que su colega Michael Ansissimov denomina “consenso auto-organizado” que se encargaría de regular nuestras discusiones y hacer cumplir un conjunto de normas sobre qué ideas son aceptables y cómo debemos leer su historia. La Catedral, entonces, controla la “ventana de Overton”, o el Universo B (Realidad de las Posibilidades), para ponerlo en palabras de TOPY.  El nombre de la arquitectura proviene precisamente de la creencia en que el progresismo es una religión, y que la ideología liberal de izquierda (incluidas plataformas como Facebook o Twitter), los medios de comunicación, la academia y los servicios civiles han consolidado su hegemonía social mediante un “credo laico” que castiga las opiniones “heréticas”. Es decir que, si en su visión teocrática del mundo Moldbug propone convertir los estados nacionales en corporaciones, con el rey como director ejecutivo y la aristocracia como accionistas, La Catedral impide los méritos de la monarquía e impide también su libertad de discusión acerca de lo que llaman “biodiversidad humana” (HBD), o lo que solía llamarse racismo científico. Los neorreaccionarios reemplazarían y complementarían, pues, el “derecho divino” de los reyes y la aristocracia con el “derecho genético” del varón blanco cisgénero y desempleado.

Para debilitar y destruir la matrix de La Catedral serían necesarias, entonces, las red pills [pastillas rojas]: el dispositivo ideológico que “nos hace ver la realidad tal como es” con el fin de acabar con la corrección política de la izquierda neoliberal. Por eso son, precisamente, las pastillas rojas, la droguita con la que trafica la Magia Chanera moldbugiana. Las red pills serían una suerte de sigilos antitéticos a los de la magia(k), ya que su intención no consistiría en la voluntad de cambiar el mundo en el que vivimos, sino la de cambiar nuestra forma de ver el mundo, conservando, eso sí, la voluntad de afectar a lo real. Las pastillas rojas son hechizos para revelar una “verdad que estaba oculta” en la lucha por el poder de la narrativa hechicera del Gran Reemplazo.

La mayoría de los usuarios de lo que llamaremos la “catedral verde” en referencia a las arquitecturas narrativas de las neoreligiones amigas de Pepe The Frog, discuten en el /pol/ de 4chan y 8chan acerca de quiénes son Occidente y quienes sus enemigos raciales, culturales y políticos. Pero en este contexto, diríamos que los hechizos propios de la Magia Chanera tienen un antes y un después de las elecciones presidenciales de 2016 y la llegada de Trump al poder. A la narrativa metairónica propia de los bullshitters (memes por el movimiento etnonacionalista cisheteropatriarcal), se le suma la teoría conspirativa de El Gran Reemplazo que parte de la premisa que el reemplazo del pueblo y de civilización (“blanca y nativa”) lleva implícito un reemplazo de valores por parte de La Catedral de la élite cultural. Así pues, la narrativa hechicera del reemplazo nace del “complejo de inferioridad de condiciones por parte de la derecha alternativa frente a La Catedral y su inherente izquierdización de la elites culturales, y da como resultado la fórmula anti-comunista, anti-establishment y racista de la derecha actual” (Ruocco). Fagocitada por el escritor francés Renaud Camus, en lo que el periodista Marc Saint-Upéry denominó “paranoia civilizacional”, la narrativa hechicera del reemplazo se encarga de ordenar los hechos para que cuenten el relato de cómo las elites culturales quieren “introducir poblaciones foráneas para cambiar la forma de gobierno”. De ahí, el giro neorreaccionario de las formas metairónicas de la cultura digital neet hacia la constitución de las nuevas facciones de la Alt Right postinternet.

En el peor de los casos, este giro hipertrófico de las narrativas metairónicas y sus pastillas rojas salta de la pantalla mediante la emergencia de LARPEOS (Live Action Role Playing) medievalistas que dan lugar a escenas de terror y muerte como la conocida masacre de Christchurch en Nueva Zelanda, el ataque a una sinagoga en Poway (California), o el tiroteo en El Paso (Texas), entre otras. Previo a los hechos –y en el primer caso a la transmisión en vivo de la matanza mediante Facebook Live–, los shooters que protagonizaron estos eventos publicarían su propio manifiesto en 8chan. El joven australiano Brenton Terrant, por ejemplo, dejó por escrito en su pamfleto titulado El gran reemplazo que su ataque tenía como finalidad “vengarse por la esclavitud de millones de europeos ocupados por los esclavistas islámicos”.

El manifiesto de Brenton Tarrant en 8chan, quien mató a 50 personas en el ataque a dos mezquitas de Nueva Zelanda y transmitió la masacre por Facebook.

La bandera roja de franjas azules en forma de X y estrellas blancas que se pasó durante los eventos de la Insurrección del Capitolio de EEUU, conocida como la bandera Confederada, simboliza y reivindica un valor asociado a la raza (o al racismo) asociada a la historia del sur de los Estados Unidos. Un sur que fue esclavizado para el abastecimiento del desarrollo económico hasta 1865, año que culminó la Guerra Civil y los unionistas (norte), vencieron a los secesionistas (sur), en su oposición a la abolición de la esclavitud.

Las red pills serían una suerte de sigilos antitéticos a los de la magia(k), ya que su intención no consistiría en la voluntad de cambiar el mundo en el que vivimos, sino la de cambiar nuestra forma de ver el mundo, conservando, eso sí, la voluntad de afectar a lo real. Las pastillas rojas son hechizos para revelar una “verdad que estaba oculta” en la lucha por el poder de la narrativa hechicera del Gran Reemplazo.

El Mal de los malos (miedo, culpa y castigo)

Desde un punto de vista filosófico, emitir un juicio moral contra el Otro no significa más que desistir en el intento de comprender al otro. Y, como este proceso de comprensión sólo puede consistir en un cuestionamiento incesante e interminable de la propia imaginación, el juicio moral también hace que la autocrítica sea un trabajo corto porque donde considero que el otro es malvado, no tengo que hacer más preguntas: él es malvado, sucumbe a su inexplicable tendencia al mal, a su naturaleza malvada, que yo me elevo al juzgar.

En tanto que movimiento contestatario ante una sociedad moralizante, en donde el horizonte de expectativas de la juventud es insatisfactorio, parece cierto que lo que alientan las facciones de la joven derecha alternativa es el levantamiento contra las normas establecidas. Este levantamiento será siempre un mecanismo reaccionario y vengativo de la mala consciencia en el que resultará inevitable la colaboración para con la culpa y el miedo porque, al final, de lo que se trata en los dos casos, es de afirmar nuestra bondad y nuestra identidad… Pero solo la resistencia a la unidad [de los mismos] encierra la promesa democrática para la izquierda: “El feminismo [actual] debe abandonar toda colaboración con el miedo, la culpa y el castigo […] y debe apostar por la politización del deseo. La pregunta acerca de qué mundo deseamos es a la que tod[e]s estamos convocad[x]s” (Serra, p.54).

Las identidades son siempre precarias y ficticias. Nos lo decía Eel Templo de la Juventud Psíquika hace ya más tres décadas al recordarnos que  “los sistemas binarios insertados en la sociedad, en la cultura y en la biología son la causa del conflicto y la agresión, que a su vez justifica y mantiene los sistemas opresivos de control y jerarquías divisorias. Las sociedades dualistas se han vuelto tan fundamentalmente inertes, consumiendo incontrolablemente y autoperpetuándose, que amenazan la existencia continua del ser humano y de la infinita diversidad de expresión” (p.563-4). En consecuencia, únicamente podríamos lograr el mutualismo y la reciprocidad “mediante la comprensión del Otro que está dentro de nosotrxs, cambiando su nombre, definiendo qué es lo que tenemos que darnos lxs unxs a lxs otrxs” (pp.302-3). Algo que el feminismo más allá de la identidad subraya cuando desea la descomposición de la matrix natural de unidad.

Por todo esto, retomar hoy las escrituras publicadas en La Biblia Psíquika de Genesis P-Orridge supone una llamada urgente a la fabulación colectiva, a la exploración de formas literarias y sigilos que tengan el poder de construir las estructuras gramaticales de un estado de no-dependencia de la correcta identidad, y de hacerlo en colectivo. TOPY ya lo decía muy bonito al recordarnos que más allá de la comprensión con el otro y de la autocrítica, nuestro deseo no debería excluir al “tercer Ser” ya que la apertura al otro siempre implica un cierre al plural, al otro múltiple y a sus infinitas formas. En sus oraciones podemos recuperar el punto de partida para la liberación psíquika actual. El resto nos lo tenemos que inventar.

 

*Este texto surge a partir de la invitación a coordinar una sesión del club de lectura de La Biblia Psíquica, organizado por Espacio Incógnita en el CENDEAC (Murcia).

BIBLIOGRAFIA

Breyer P-Orridge, G. La Biblia Psíquika. Buenos Aires: Caja Negra Editora, 2020.

Frankfurt, H. On Bullshit. Princeton: Princeton UP, 2005.

Gambetti, Z. (2018). How ‘alternative’ is the Alt-Right?. Critique & Praxis 13/13.

Moldbug, M. (2009). A gentle introduction to unqualified reservations. Chapter 1: The red pill. Unqualified Reservations.

Ruocco, J. (2020). “Cómo la extrema derecha se apoderó de 4chan” en La globalización de la protesta, Número 286, pp 25-34.

Serra, C.,  Garaizabal, C. y Macaya , L. (Coord.) Alianzas Rebeldes. Un feminismo más allá de la identidad. Edicions Bellaterra: Barcelona, 2021

 

 

Núria Gómez Gabriel (Barcelona, 1987) es doctora en comunicación por la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona con la tesis Espectropolíticas. Imagen y hauntología en las prácticas artísticas contemporáneas, 2020. Su práctica profesional atraviesa las pedagogías críticas, la escritura, la investigación artística y el comisariado de exposiciones. En líneas generales, su investigación se centra en observar cómo se configuran los imaginarios del poder y la relación que estos guardan con los modos en los que la tecnología materializa la memoria. Trabaja como docente en el Máster Universitario de Pensamiento Crítico en Culturas Visuales del ESCAC (Terrassa) y en el Grado en Arte y Diseño de la Universidad Autónoma (Barcelona). Coautora del libro Love me, Tinder (Temas de hoy, 2019). Publica en diversas plataformas culturales como TEXTE ZUR KUNST, CCCBLAB Investigación e Innovación en Cultura, A*Desk Critical Thinking o TEATRON. Ha colaborado como curadora e investigadora cultural en instituciones como CCCB, MACBA, Fabra i Coats, Arts Santa Mònica, Hangar, Tabakalera, Centro de Arte dos de Mayo, Bòlit Centre  d’Art Contemporani y La Casa Encendida, entre otras.